Meditación de escaneo corporal;

Acuéstate y recorre mentalmente cada parte del cuerpo, comenzamos desde los pies hasta la cabeza, relajándola gradualmente. Esto ayuda a liberar la tensión física y mental.

Respiración consciente;

Enfócate en la respiración, inhalando y exhalando profundamente. Cuenta lentamente hasta cuatro al inhalar, mantén la respiración por cuatro segundos, y exhala contando hasta cuatro. Repite este ciclo para calmar la mente y el cuerpo.

Visualización guiada;

Imagina un lugar tranquilo y relajante, como una playa o un bosque. Concéntrate en los detalles del entorno, como los sonidos, colores y sensaciones. Esto puede distraer la mente de los pensamientos estresantes y promover la relajación.

Meditación guiada para el sueño;

Utiliza aplicaciones o grabaciones de meditaciones guiadas diseñadas específicamente para ayudar a dormir. Estas meditaciones suelen incluir instrucciones calmantes y música suave para inducir el sueño.

Mantras calmantes;

Repite en silencio un mantra tranquilizador, como "paz" o "relax", durante unos minutos. La repetición del mantra puede ayudar a calmar los pensamientos acelerados y preparar la mente para dormir.

Mindfulness en la cama;

Practica mindfulness enfocándote en las sensaciones de tu cuerpo en contacto con la cama y la suavidad de las sabanas. Permanece presente y observa cualquier pensamiento o emoción sin juzgar.

ESTABLECE UNA RUTINA CONSISTENTE; Medita a la misma hora todas las noches para crear un hábito.

AMBIENTE ADECUADO; Crea un espacio tranquilo y oscuro para meditar, eliminando distracciones.

EVITA ESTIMULANTES; Limita el consumo de cafeína y dispositivos electrónicos antes de acostarte.